Los hongos se encuentran en el aire en forma de esporas y provocan reacciones alérgicas. Las esporas se encuentran en el aire, en mayor o menor concentración dependiendo de la humedad ambiental o de la zona, si es próxima al mar o la estación del año.
- Arreglar los escapes de agua que puedan crear humedades que permitan el crecimiento de hongos.
- Mantener la humedad de la casa lo más baja posible, lo ideal es que sea debajo del 50%.
- Airear bien las habitaciones
- Si su cuarto de baño dispone de ventana, abrirla después del baño o ducha, para permitir que la humedad que se ha formado salga con facilidad.
- Evitar el uso de alfombras en el cuarto de baño y sótanos y retirar cualquier alfombra mohosa.
- Los deshumidificadores o aire acondicionado con filtros adecuados son eficaces para reducir la humedad ambiental.
- Limpiar las superficies mohosas, como las esquinas de la ducha o debajo del fregadero. Utilice regularmente lejía para lavar las superficies que se humedecen con frecuencia. (cuarto de baño)
- No se recomienda la limpieza con aparatos que utilicen vapor, excepto que sequen la superficie limpia en forma simultánea.
- Emplear pinturas fungicidas.
- Evitar guardar ropa o calzado húmedo en armarios o zonas con poca ventilación.
- No dejar alimentos fuera del frigorífico mucho tiempo y eliminar la basura con frecuencia.
- No tener plantas de interior.
- Las viviendas cercanas a la zona costera, ríos, lagos y bosques son zonas de mayor humedad y mayores concentraciones de esporas de hongos.
Fuera de casa:
- Evitar visitar sótanos, bodegas o graneros, evitar manipular granos o permanecer en almacenes de granos, así como productos de campo.
- Evitar salidas al campo los días húmedos y lluviosos, ya que estas condiciones promueven la mayor concentración de esporas.